(RT / elcomunista.net) - El largometraje fue creado por dos cineastas y educadores que apostaron a una aventura cinematográfica pionera en el país suramericano.
Kaporito, el guardián de la montaña, se ha convertido en una obra cinematográfica pionera, al ser el primer largometraje musical animado hecho en Venezuela, que aborda —como tema central— la preservación del único úrsido autóctono de Suramérica, el oso Frontino.
La película, que recientemente fue galardonada en el Festival de Cine Venezolano con el premio a mejor música para película de ficción, relata las aventuras protagonizadas por «Kaporito», el oso frontino; Caribay, una niña indígena; y varios amigos que viven en el estado Mérida, una región montañosa ubicada en los andes venezolanos.
Desde pequeño, Kaporito y su familia sufren la persecución de los cazadores furtivos que terminan dejándolo huérfano. Luego, en un asentamiento campesino, el pequeño frontino recibe la ayuda de los residentes y de su amiga Caribay, quienes transforman a este inofensivo animal —en peligro de extinción— en el principal guardián de la montaña.
La historia, que tiene como sus principales creadores a la directora Viveca Baiz y al productor Donald Myerston, una pareja con una amplia trayectoria cinematográfica, también destaca la importancia del trabajo de la comunidad para lograr que las autoridades decreten como Parque Nacional a la zona habitable del oso Frontino, un hecho que en Venezuela se acaba de convertir en realidad.
«La idea que motiva la realización de la historia de nuestra película es la preservación de la vida del oso Frontino», explica Baiz en entrevista para RT, donde resalta que Kaporito es una obra musical de 80 minutos con un fondo educativo dirigido principalmente a los niños - Leer màs + fotos + vìdeos