[Sputnik / elcomunista.net] - El archipiélago de Chiloé es sinónimo
de leyendas, artesanía, arquitectura y tradición culinaria.
Destino
imperdible del sur de Chile, es reconocido como Patrimonio Agrícola
Mundial por su privilegiada y fecunda tierra, en la que distingue su
enorme variedad de papas nativas, cuna de las que hoy se cultivan en
todo el mundo.
Las tierras chilotas, ubicadas a 1.220
kilómetros al sur de Santiago, poseen incomparables condiciones
climáticas y de suelo que la transforman en el lugar ideal para
la siembra de la papa.
Este tubérculo es considerado el cuarto cultivo
más importante del mundo, después del arroz, el trigo y el maíz, y es en
este archipiélago chileno donde está el origen de este importante
vegetal que hoy se consume en todo el mundo.
«Los orígenes o el gen madre de la
mayoría de las papas en el mundo que se cultivan de forma industrial es
chilena, más bien proviene de la variedad rosa casposa de Chiloé.
Sin
embargo, estas variedades industriales han sufrido muchos cambios de su
genética a lo largo de todos años con el fin de hacerlas resistentes y
productivas.
Pero si analizamos su genoma encontraremos el rastro de
Chiloé en ellas», explica a Sputnik Francisco Klimscha Biting chef,
sumiller y autor del libro Destellos y colores de la Papa Nativa de Chiloé.
Lo cierto es que la mayoría de las
papas que se cultivan actualmente en el planeta provienen de
las variedades nativas de Chiloé.
Un vegetal muy apreciado por los
europeos que fue integrado rápidamente a la cocina del viejo continente,
tras ser importado desde América, y sin el cual es imposible imaginar
muchas famosas preparaciones, entre otros la tortilla de papa española,
los ñoquis italianos y las patatas fritas irlandesas - Leer texto completo