[Sputnik / elcomunista.net] - A la contaminación que Texaco dejó en la Amazonía, su nueva propietaria Chevron sumó una campaña para evitar pagar los 19.000 millones de dólares reclamados por indígenas ecuatorianos.
Las artimañas, que incluyeron testigos falsos y fallos sospechosos, preocupan ahora a los estadounidenses por la contaminación de su propio sistema jurídico.
La batalla judicial internacional que un grupo de 75 indígenas de la Amazonía ecuatoriana contra la multinacional petrolera Chevron ya lleva más de un cuarto de siglo y comienza a mostrar un costado aún más oscuro que la grave contaminación que la empresa dejó en las provincias de Orellana y Sucumbíos:
las sucias estrategias de la petrolera para evitar el pago de 9.500 millones de dólares a los que fue condenada.
Los juicios de los afectados ecuatorianos comenzaron en 1993, cuando colonos e indígenas cofanes, secoyas y kichwas de las provincias de Orellana y Sucumbíos, en el norte de Ecuador, denunciaron ante una corte de Nueva York a la entonces Texaco (adquirida por Chevron en 2001) por haber afectado la salud de las poblaciones durante la explotación petrolera que hizo en la zona entre 1964 y 1990 - Leer texto completo