[RBTH / elcomunista.net] - Yusitero Nakagawa, capturado como prisionero de guerra en la isla de Sajalín, decidió quedarse en la URSS. Ahora, con 88 años y una salud de hierro, Sasha vive en la región de Kalmukia y se dedica a cuidar su huerto.
En el pequeño asentamiento Yúzhnoie, situado en las estepas de Kalmukia, todo el mundo conoce al anciano Sasha de 88 años, aunque son pocos los que pueden pronunciar su nombre real, Yusitero Nakagawa. Un intérprete coreano se confundió con el nombre del prisionero japonés, y fue así como Yusitero pasó a ser Sadao y posteriormente Sasha.
A pesar de su avanzada edad sigue pasando mucho tiempo trabajando en su huerto y es un maestro con la azada. Cuando nos encontramos viste una chaqueta de color khaki, gorra y botas de goma.
Aunque suene paradójico, Yusitero recuerda con cariño el tiempo que pasó en un campo de prisioneros plantando árboles y construyendo carreteras. «Los prisioneros eran tratados con respeto», dice sonriendo. «Incluso me ayudaron a aprender ruso» - Leer texto + foto