(Sputnik / elcomunista.net) - Si las
personas logran prácticas sostenibles, «no hay que eliminar a los
humanos» para salvar a las especies del mundo.
Un nuevo estudio
científico reveló que las personas en sí no deterioran la biodiversidad,
sino la sobre-explotación de los recursos, y que si queremos preservar
la naturaleza, deberíamos hacerle caso a los indígenas.
El estudio
descubrió que hace 12.000 años, cuando existían mamuts y perezosos
gigantes, el 25% de la superficie terrestre no había sido intervenida
por los humanos, en comparación con el 19% actual.
Según la revista
Science, esto significa que el hombre probablemente ayudó a mantener, e
incluso aumentar, la diversidad de las especies durante milenios, y que
las prácticas tradicionales de los pueblos indígenas desempeñan un papel
fundamental en ello.
El artículo
«echa por tierra un importante mito» en los círculos conservacionistas
que desde la década de 1960 proponen salvar la biodiversidad protegiendo
áreas naturales de la influencia humana,
dijo a
Science Danielle Wood, ingeniera aeroespacial del Instituto Tecnológico
de Massachusetts, Estados Unidos, que estudia la tecnología y el
desarrollo internacional pero no participó en el nuevo trabajo.
¿En qué consistió el estudio? - Para
averiguar cómo han impactado los humanos en la biodiversidad, un equipo
multidisciplinar de investigadores de varias universidades perfeccionó
un modelo para predecir el uso de la tierra en el pasado, se explica en
Science.
El modelo elaboró mapas con los patrones actuales del uso de la
tierra —la ubicación de los pastizales, las tierras agrícolas, las
ciudades y las minas— e incorporó datos de los censos sobre el tamaño de
la población pasada y presente.
Luego,
añadió datos arqueológicos para conocer el uso de la tierra en 60 puntos
en el tiempo durante los últimos 12.000 años.
En los mapas resultantes,
los investigadores superpusieron datos actuales sobre la biodiversidad
de vertebrados, las especies amenazadas y las zonas protegidas, así como
las zonas indígenas reconocidas por los gobiernos.
Los
investigadores descubrieron que los humanos se habían extendido por casi
tres cuartas partes de la Tierra, excluyendo la Antártida, hace 12.000
años, ocupando grandes franjas de lo que los conservacionistas llaman
ahora tierras «naturales», «intactas» o «salvajes».
Hace
10.000 años, la extensión real de esas tierras vírgenes era del 27%;
ahora es del 19%, informaron los investigadores en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
El equipo encontró que los pueblos
antiguos desempeñaron un papel en la preservación, o incluso la
creación, de los puntos calientes de biodiversidad, incluyendo el
Amazonas y el Congo.
Los resultados «ilustran la falacia del concepto de
naturaleza ‘prístina’ no tocada por la mano del hombre», explicó a
Science Ruth DeFries, científica especializada en sostenibilidad de la
Universidad de Columbia, Estados Unidos, que no participó en el estudio.
Sin embargo, también muestran algunos
cambios drásticos recientes. Por ejemplo, el uso de la tierra se mantuvo
bastante estable durante gran parte de los últimos 12.000 años, pero
empezó a cambiar radicalmente desde el siglo XIX hasta aproximadamente
1950.
«Estos cambios incluyen las conocidas amenazas modernas de la
agricultura intensiva, la urbanización, la minería a gran escala y la
deforestación», se lee en Science.
«Este documento confirma lo que
llevamos diciendo desde hace años», dijo a la revista Fiore Longo,
responsable de la campaña de conservación del grupo de derechos
indígenas Survival International.
«
Los espacios naturales son un mito
colonial y racista sin base científica», que se ha utilizado a menudo
para justificar el robo de tierras indígenas, concluyó -
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