(Sputnik / elcomunista.net) - La deforestación, los cultivos ilícitos y la militarización están poniendo en peligro la enorme riqueza y biodiversidad de Colombia. Para denunciarlo, una delegación de 36 líderes sociales se reunió en Bogotá a finales de marzo.
Sputnik conversó con habitantes de las regiones de la Amazonia y Orinoquia, donde las selvas y bosques están en riesgo.
Colombia ocupa el segundo lugar entre las 12 naciones más megadiversas del planeta. En sus selvas, páramos y costas hay una riqueza natural que ha permitido registrar la presencia de 54.871 especies, de las cuales 3.625 son exclusivas de este territorio suramericano.
Aves, plantas, anfibios y mamíferos integran un listado de enciclopedia natural en el que se destacan las 30.436 especies de plantas, los 32 biomas terrestres y 314 tipos de ecosistemas, los de páramo, que representan el 1,7% del territorio colombiano y constituyen el 50 % de los existentes en el planeta.
Esta riqueza natural se encuentra amenazada por una economía extractivista que concentra su actividad en la minería y el petróleo, así como la deforestación de las selvas y bosques colombianos para impulsar la ganadería extensiva, la agricultura industrial de monocultivos y la industria maderera.
En los primeros tres meses de 2020, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) identificó que cerca de 64.000 hectáreas de bosque y selva fueron arrasadas, principalmente en la Amazonia y la Orinoquia, Caquetá (25.064 ha), Meta (24.288 ha) y Guaviare (14.417 ha).
¿Cómo lo ven los expertos? - Para Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS), existe un contexto internacional que tiene relación con la moratoria de la palma africana en Indonesia, así como la apertura de mercados internacionales de carne y cereales, que ha producido una desesperada búsqueda de tierras para estos commodities, ya que es un negocio con una amplia proyección de crecimiento.
«Esto ha desatado un acaparamiento de tierras para estos proyectos, y en Colombia el valor de estas tierras es muy cómodo para este tipo de inversionistas [más aún cuando hay posible lavado de activos de narcotráfico o minería ilegal],
que además tienen un fuerte músculo económico y técnico para activar la fertilidad de la tierra y la infraestructura para interconectar estas tierras», agrega - Leer màs