(Sputnik / elcomunista.net) - El brote de la crisis transfronteriza propiciada por las volteretas de Biden llevan al endurecimiento de su Administración, que contempla «restricciones» y condiciones imposibles de implementar con sus raquíticos $4.000 millones de ayuda etérea cuando el Triángulo Norte y Chiapas merecen un ‘Plan Marshall’ para paliar las causas de la migración.
Por Alfredo Jalife-Rahme* - La grave crisis transfronteriza de EEUU y México lleva ya varias décadas y se ha ido gangrenando conforme se ha deteriorado la situación en Centroamérica desde la Guerra Fría.
La masiva migración, primero, de México a EEUU con diversos presidentes mexicanos, quienes han empeorado la situación que se ha empalmado con la erupción en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), cuyas llamas volcánicas han alcanzado al Estado mexicano de Chiapas que ostenta una miseria pasmosa.
Las migraciones de México y Centroamérica exhiben etiologías diferentes y desde la firma del TLCAN hace 27 años por el expresidente Carlos Salinas hasta el pésimo manejo de Jorge Castañeda Gutman —canciller de Fox y muy vinculado a George Soros que usa las migraciones como perturbaciones geopolíticas para trastocar a los países dañados y así integrarlos al globalismo—, no solamente se han ensamblado,
sino que, peor aún, han desembocado en la criminal cartelización de la transfrontera de México y EEUU con su gran negocio de estupefacientes, tráfico sexual y venta de órganos que asciende a más de 600.000 millones de dólares por año, de lo que se beneficia la parte estadunidense que lo tolera con su confortable «laissez faire; laissez passer« - Leer màs + vìdeo