(lahaine.org) - (...) Biden, ignorando la historia, pretende ahora volver a la democracia abstracta que, por serlo, puede ocultar que ella es sólo la forma en la que se presenta la dictadura del capital cuando la burguesía no necesita recurrir abiertamente al fascismo, al militarismo, etc.
Por ahora, para el bloque hegemónico del capital transnacional cohesionado estratégicamente por el imperialismo, es más conveniente una democracia dura y autoritaria disfrazada de «consenso parlamentario», con cloacas fascistas, que un régimen explícita y abiertamente nazi-fascista.
Dicho simplistamente, Biden quiere reforzar la «democracia» del 1% reforzada por el «consentimiento universal», por el fetiche del parlamentarismo.
Sin embargo, el problema de los límites estructurales de la «democracia» es irresoluble por mucha virtualidad teatral que se emplee, y eso lo saben perfectamente el Pentágono, la OTAN, el AUKUS, y todos los centros de mando político-militar imperialistas,
porque mientras tiene lugar el espectáculo «democrático» retransmitido a tiempo real, mientras y en silencio esos centros intensifican su rearme, su doctrina, su sistema, sus estrategias y sus tácticas, es decir, repasan una y otra vez su paradigma represivo para descubrir posibles grietas desastrosas.
¿La solución? En palabras atribuidas a Vegecio de finales del siglo IV: si quieres la paz, prepárate para la guerra; o también estas otras que sí son del Marx de El Capital: cuando chocan dos derechos iguales y contrarios, decide la fuerza - Leer màs