(RT / elcomunista.net) - El Tratado de Belavezha se firmó el 8 de diciembre de 1991 sin contar con la opinión mayoritaria de la población, que meses antes se había expresado en referéndum a favor de conservar la URSS.
Protagonistas de aquel pacto, como el expresidente ucraniano Leonid Kravchuk, recuerdan aquel trascendental episodio.
Hace 30 años, la Unión Soviética fue ‘condenada a muerte’ en la reserva natural bielorrusa de Belavézhskaya Pushcha, cerca de la frontera con Polonia.
Considerado el último refugio del bisonte europeo, aquel escondite boscoso fue el lugar escogido por los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, tres de las repúblicas que conformaban la URSS, para firmar a espaldas del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, el Tratado de Belavezha, que ratificaba su independencia y desmontaba formalmente la Unión fundada por Lenin en 1922.
Aquel 8 de diciembre de 1991, diecisiete días antes de que la bandera roja de la hoz y el martillo fuera arriada definitivamente del Kremlin,
los
presidentes de las repúblicas socialistas soviéticas de Rusia (Borís
Yeltsin), Ucrania (Leonid Kravchuk) y Bielorrusia (Stanislav
Shushkévich) se reunieron en aquel bosque situado en los confines
occidentales de la Unión Soviética, para firmar el certificado de
defunción del primer Estado socialista de la historia - Leer màs