(RT / elcomunista.net) - El choque verbal se libró cuando el presidente de la URSS despachó con el líder ruso, que acababa de firmar un acuerdo a sus espaldas que ponía fin a la existencia de la Unión Soviética.
El expresidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, ha revelado que en diciembre de 1991 fue testigo de una enconada discusión entre los presidentes de la URSS y de la Rusia soviética, Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin, respectivamente, en la primera reunión que mantuvieron tras la firma del Tratado de Belavezha,
ocurrida a sus espaldas el 8 de diciembre de aquel año a manos de los líderes de las repúblicas de Bielorrusia, Rusia y Ucrania, que ratificaron sobre el papel la disolución de la Unión Soviética.
Nazarbáyev, entonces mandatario de la república soviética de Kazajistán y posteriormente del Estado kazajo independiente (hasta el 2019), estaba en el despacho de Gorbachov cuando éste se enzarzó en una disputa verbal con Yeltsin,
su máximo opositor, en medio de la compleja situación política que vivía la URSS, azotada por tensiones territoriales y una aguda crisis económica, que habría que conducir a la desintegración del país el 25 de diciembre de ese año.
En declaraciones a una periodista rusa para una pelìcula documental dedicada al 30º aniversario de aquel acuerdo trilateral, Nazarbáyev recuerda que Yeltsin lo invitó al bosque de Belavezha, en Bielorrusia, donde se proponía firmar el acuerdo de la disolución de la Unión Soviética, pero el líder kazajo rechazó ir.
En su lugar, viajó un día después de la firma desde la entonces capital de su república, Alma Atá, a Moscú, donde Gorbachov lo recibió a la hora designada.
En determinado momento, mientras departía con el presidente de la URSS en su despacho, entró Yeltsin. De inmediato, Gorbachov le lanzó una andanada preguntas: «¿Pero qué ha hecho usted? ¿Qué quiere?, ¿qué pasará con las armas nucleares? ¿Qué sucederá con las Fuerzas Armadas unidas?».
Según el exmandatario kazajo, en ese momento Yeltsin exclamó: «¡Me está usted interrogando?!». El anfitrión repuso que no era un interrogatorio, y que solo le estaba preguntando, a lo que Yeltsin respondió: «No voy a responderle».
Acto seguido, Gorbachov le recordó al dirigente ruso que él seguía siendo el jefe de Estado y, aunque Yeltsin acató su jerarquía, no dudó en espetarle al líder del Kremlin que pronto ocuparía él esa butaca presidencial.
«Después comenzó una discusión a
gritos, insultos fuera de tono», recuerda el entrevistado - Ver texto