Con inaudito cinismo el gobierno de Trump ha regresado a Cuba a su
lista de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo.
Incluida injustamente durante 33 años en la nómina, la isla había sido
retirada en 2015 por el presidente Obama como parte de las disposiciones
que tomó para iniciar la normalización de relaciones con la isla.
El
autor de la lista es nada menos que el gobierno practicante del
terrorismo de Estado sistemático en el mundo, que arrojó las bombas en
Hiroshima y Nagasaky, arrasó con Vietnam, Corea, Afganistán, Irak y
Siria y comete delito de genocidio con sus unilaterales bloqueos
–mantenidos intactos o recrudecidos durante la pandemia– contra Cuba,
Venezuela, Irán, Palestina, Corea del Norte y Siria.
No es casual que sean casi los mismos los países bloqueados y los incluidos en esa lista. Es el gobierno que con sus incursiones terroristas arrebató la vida a 3 mil 478 personas, dejó 2 mil 99 incapacitados y ocasionó cuantiosos daños económicos en Cuba.
Los argumentos para reinsertar a la isla en la lista no son serios y muestran el absoluto desprecio de Washington por el derecho internacional - Leer texto completo