Por los escándalos que no pueden tapar, que desnudan la degradación de los brazos de Guerra de las élites y visibilizan que esto ocurre por la Doctrina de Seguridad imperante.
En 1962 un General de las Fuerzas Especiales de los EEUU instruyó a
los militares colombianos para ejecutar acciones de terror contra los
comunistas.
En 1974 el Presidente de EEUU desató la Guerra contra las drogas y el General colombiano Lema Henao se negó a llevar sus soldados a combatir a las mafias de La Guajira, porque esas mafias corromperían sus tropas, como efectivamente ha sucedido.
En los años 80 las Fuerzas Armadas (FFAA) aliadas con los Carteles de
la cocaína masacraron a miles de militantes de izquierda.
En los 90, las FFAA de Colombia y de EEUU aliadas con unas mafias mataron a Pablo Escobar y luego se transformaron en Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes ejecutaron un segundo Genocidio contra la izquierda y la más vasta contrarreforma agraria.
Álvaro Uribe como Presidente indultó a los capos narco paramilitares, dedicó a las FFAA a perpetrar asesinatos de población inocente, presentada como “guerrilleros dados de baja en combate”, ejecuciones conocidas como Falsos Positivos, reeditados ahora en este tercer Gobierno de Uribe - Leer texto completo