En Marquetalia, sur del Tolima, enfrentando y resistiendo con las armas en la mano, la violenta operación militar ordenada por el presidente Guillermo León Valencia, segundo gobierno del Frente Nacional, manguala excluyente de liberales y conservadores.
48 combatientes, antiguos guerrilleros de los Comunes de la década
del 50, dirigidos por Manuel Marulanda Vélez, el maestro de la guerra de
guerrillas, enfrentaron con decoro y valentía la agresión del poder
central.
En medio de los bombardeos y desembarcos, las tropas terrestres del gobierno conocieron el fuego guerrillero y el vislumbre tronante de sus explosiones. La operación Marquetalia hacía parte del Plan LASO (Latin American Security Operation) ideado por los EEUU para impedir el surgimiento de nuevas revoluciones, como la cubana, en el continente.
Las FARC nacieron de la traición del Estado a la paz pactada en el 58, y del asesinato del notable líder guerrillero marquetaliano, Jacobo Prías Alape, negociador de esa paz. Lo mataron en enero de 1961 en Gaitania, por la razón política de ser comunista.
El Estado colombiano es un Estado traicionero; mala costumbre,
herencia maldita de Santander erigida en distintivo de las oligarquías,
que desde hace 200 años detentan el poder.
Es tramposo el Estado y no cumple la palabra empeñada. No respeta los acuerdos de paz; los traiciona. Guadalupe Salcedo, Jacobo Prías, Carlos Pizarro, Alfonso Cano, comandantes guerrilleros ellos, cayeron acribillados en procesos de paz, como los 5000 muertos de la Unión Patriótica tras el acuerdo de La Uribe, y como los 200 guerrilleros asesinados luego de la firma del Acuerdo de La Habana.
Estado que no respeta un acuerdo de paz, no merece el respeto de los gobiernos ni de los pueblos del mundo - Leer texto completo