[Sputnik / elcomunista.net] - Las alarmas han saltado en una Europa que asiste impotente a la evolución de la guerra en Libia. Turquía y Rusia, sus dos «enemigos» estratégicos, podrían acordar una influencia compartida en el Mediterráneo oriental.
Por Luis Rivas* - La entrada en juego de Turquía en apoyo del llamado Gobierno de Unión Nacional (GAN en su acrónimo inglés), dirigido por Fayez Sarraj, ha dado un vuelco a la situación militar que desde hace un año parecía acercar la victoria al mariscal Jalifa Haftar, al mando del autodenominado Ejército Nacional Libio (LNA).
La movilización de miles de mercenarios turcos y sirios (algunas fuentes hablan de mas de 15.000), el envío masivo de armas a Trípoli y, en especial, la utilización de los drones turcos Bayraktar TB2 ha frenado el avance de Haftar, que ha cosechado humillantes derrotas en las últimas semanas.