x Julio C. Gambina [lahaine.org] - Lo primero es definir la suspensión de los pagos de la deuda pública e investigar a fondo el proceso de endeudamiento
El sentido común indica que no se debe ir al 'default', que eso sería
malo, o que derivaría en algo peor que lo actual, que ya es bastante
malo para millones de personas, las que medimos en términos de pobreza,
de desempleo, de informalidad.
El mensaje por la cancelación de las
deudas, incluso renegociada, induce a pensar que evitar la cesación
unilateral de pagos pudiera mejorar la situación de pobreza, desigualdad
y explotación de la mayoría social.
Hay que pagar si o si es la propuesta hegemónica, para no caer en
'default', o en todo caso, “negociar” cediendo las propias pretensiones
para endulzar al “acreedor o prestamista”.
Es lo que pareciera estar en
juego al vencimiento del plazo de la oferta a los tenedores privados de
títulos. Los medios de comunicación presionan para un arreglo que evite
el 'default' y es bueno interrogarse en un sentido alternativo, por el
'default' soberano consciente, asumido para transformar sustancialmente
la realidad.
La propuesta del Gobierno de la Argentina está siendo apoyada por el
FMI y el amplio espectro político del oficialismo y la oposición con
excepción de la izquierda con representación parlamentaria. La crítica a
esa opinión mayoritaria por el pago, proviene también desde el
movimiento social que despliega la campaña por la suspensión de los
pagos y una auditoría integral y participativa [1]
Es una campaña a
contramano del sentido común, que choca con ese imaginario reiterado de
honrar las deudas. A favor del gobierno se han pronunciado un conjunto
de personalidades del extranjero y del ámbito local - Leer texto completo