[Sputnik] - Al utilizar una
estrategia llamada 'sándwich holandés', las transnacionales logran
ahorrar millones de euros en impuestos cada año. La herramienta de
elusión fiscal debe su nombre a que es a los Países Bajos adonde las
corporaciones envían las ganancias de sus subsidiarias, antes de que el
dinero se devuelva a las cuentas de la empresa matriz.
El
clima fiscal en los Países Bajos, así como el espacio que ofrece a las
empresas fantasma y la elusión fiscal, le cuesta al mundo unos 22.000
millones de euros cada año, según un informe de la Oficina de Análisis
de Política Económica del país (CPB).
Estos números, cabe destacar, son
los más "modestos" con los que operan los analistas que estudian el
sándwich holandés.
Cómo funciona - Las ganancias de una corporación transnacional son enviadas a
empresas fantasma registradas en los Países Bajos, es decir, a oficinas,
sucursales y filiales extranjeras en el país en las que no hay ni
empleados, ni se lleva a cabo ninguna actividad real.
"Como en la mayoría de los países
europeos existen normas que dificultan el envío de las ganancias
directamente a los paraísos fiscales, las empresas primero las trasladan
a los Países Bajos, país que no está incluido en las listas de los
[centros financieros] 'offshore', ya que no lo es", detalla Vladímir Dobrinin, en un artículo en el medio ruso Izvestia - Leer texto completo + temas relacionados