Cinco barcos petroleros iraníes están camino a Venezuela para ayudar
ante el desabastecimiento de gasolina que vive el país sudamericano.
EEUU afirmó evaluar medidas para detenerlos, Irán advirtió que
respondería ante cualquier acción.
Pero ¿a qué se debe la crisis de gasolina en el país?
La gasolinera frente a mi casa quedó vacía a los pocos días de comenzar la cuarentena. Se fueron los encargados, pusieron una soga para impedir el acceso: cerrada. Comenzaron las conversaciones entre la gente para saber dónde se podía cargar, se armó una cartografía de las gasolineras activas en lo que, se pensaba, sería momentáneo.
Luego, como ante todo desabastecimiento, comenzó la reventa. Los
precios aumentaron a medida que la situación se puso más crítica: 1;
1,5; 2, hasta 3 dólares por litro, en un país donde llenar un tanque ha
sido prácticamente gratis durante los últimos años para los
consumidores.
Las colas se hicieron grandes, largas, más de un día, a veces dos, y se hizo normalidad la falta de gasolina.
Esta novedad en Caracas —vivida con anterioridad en el paro petrolero para derrocar a Hugo Chávez entre el 2002 y 2003— no lo fue, sin embargo, para muchos estados del país, en particular los que son frontera con Colombia.