[Sputnik / elcomunista.net] - La profundidad de la selva amazónica ecuatoriana y sus secretos se han convertido en el refugio de familias de indígenas, que junto con sus abuelos huyen buscando protegerse del covid-19 y preservar los conocimientos ancestrales de sus mayores.
Por Mercedes Alvaro*
Varias familias de la comunidad kichwa de Sarayaku, ubicada en la provincia de Pastaza (este), en el corazón de la Amazonía, y conocida por su resistencia contra la explotación petrolera en su territorio, desde hace varias semanas partieron a las purinas o tambos, sus sitios vacacionales.
«Las familias han recolectado muchas plantas medicinales como prevención para esta pandemia: algunas cortezas de árboles que son amargas, otras que son aromáticas, algunas plantas que pueden descongestionar la gripe o enfermedad similar», cuenta a Sputnik, Eriberto Gualinga, un miembro de la comunidad.