[Sputnik / elcomunista.net] - Arabia Saudí hace una atrevida apuesta por unos precios altos del crudo. Si sus planes se hacen realidad, ciertos países de la UE, el Reino Unido y Canadá se convertirían en perdedores de la guerra de energía, opina Iván Danílov, columnista de la edición en ruso de Sputnik.
Debido a los efectos de la pandemia del COVID-19 y a la caída de los precios del petróleo, provocada por la propia Arabia Saudí, su economía se quedó perturbada y las reservas de divisas del país empezaron a arder a una velocidad récord, señala el analista.
El tipo de cambio del real saudí frente al dólar estadounidense es fijo, lo que crea, por un lado, una cierta previsibilidad para la economía, pero, por otro lado, hace que en caso de dificultades económicas o de caída de los precios del petróleo, el Estado se vea obligado a vender dólares de las reservas de oro y de divisas, en cantidades que no vienen determinadas por su deseo ni estrategia, sino por el mercado.