[Sputnik / elcomunista.net] - A pesar de que Brasil ya es el país de Latinoamérica más afectado por la pandemia en cuanto a número de contagios (y el tercero del mundo), el presidente Jair Bolsonaro continúa alentando nuevas concentraciones ciudadanas en su apoyo, aglomeraciones que avivan la propagación del coronavirus.
Por Francisco Herranz* - La última manifestación se produjo el
pasado domingo 17 de mayo en los aledaños del Palacio del Planalto, sede
de la Presidencia brasileña en Brasilia.
Antes de que llegara el populista jefe del Estado, los servicios de seguridad pidieron a los simpatizantes que retiraran las banderas que atacaban al Parlamento y al Supremo Tribunal Federal (STF).
Una de ellas, según informó el diario Folha de Sao Paulo, calificaba a ambas instituciones de «saboteadores» y exigía la adopción de una nueva Constitución. «Brasil, tengo la certeza, volverá a ser fuerte», les dijo entonces Bolsonaro a sus simpatizantes, enfrentado particularmente al poder judicial, que le ha vetado varios nombramientos y ha abierto una investigación que le puede costar muy cara.