[Sputnik / elcomunista.net] - El conflicto laboral que se vive en los
estados norteños de México deja en evidencia cómo, además de soportar
condiciones precarias de trabajo que los exponen frente al COVID-19, los
trabajadores de las maquilas cargan con el peso de producción
trasnacional y la presión externa por retomar una producción no
esencial, a costa de su salud.
Por Eliana Gilet* - «Stop makillas» apareció escrito en
diversas paredes de ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua la mañana
del 1 de mayo, Día internacional de los trabajadores, como una manera de
quebrar el aislamiento que impone la prevención del contagio del nuevo
coronavirus y la consecuente imposibilidad de realizar reuniones o
asambleas.
«Hoy las paredes hablan», es el lema
principal de un manifiesto que fue difundido por los trabajadores de las
maquilas, que exigen el cese de actividades con el pago íntegro de su
sueldo.
Esta rama de actividad que concentra en
el norte de México la producción de autopartes y de elementos para el
sector aeroespacial, no es considerada una rama esencial de la economía,
por lo que debería haber parado actividades de manera obligatoria desde
que las autoridades sanitarias de México alertaron sobre la aceleración
de los ritmos de contagio de la enfermedad y llamaron a quedarse en
casa al grueso de los mexicanos - Leer texto completo