[RT / elcomunista.net] - En los últimos meses recrudeció el acoso a dirigentes por parte de grupos cada vez más extremistas que propagan discursos de odio.
Las presiones que recibió en su casa durante el fin de semana el juez de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, Ricardo Lorenzetti, encendieron las alarmas sobre la creciente tensión política que hay en un país polarizado y en donde los sectores más radicalizados amenazan cada vez más a los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El sábado, caravanas de autos se apostaron afuera de la casa de Lorenzetti, ubicada en la provincia de Santa Fe, a 395 al norte de Buenos Aires.
Los manifestantes agitaron
banderas argentinas, tocaron bocinas y mostraron carteles en los que le
exigían «dejar de violar la Constitución» y «luchar contra la
impunidad», además de denostar al gobierno del presidente Alberto
Fernández - Leer texto completo