viernes, 27 de noviembre de 2020

EEUU no derrotó al fascismo en la Segunda Guerra Mundial, lo internacionalizó discretamente

x Gabriel Rockhill [lahaine.org] - Fue redistribuido para cumplir su función histórica principal: destruir el comunismo ateo y su amenaza para la misión civilizadora capitalista

«EEUU se ha establecido como el enemigo mortal de todos los gobiernos del pueblo, de toda movilización científico-socialista de la conciencia en el mundo, de toda actividad antiimperialista en la Tierra.» – George Jackson

Uno de los mitos fundacionales del mundo contemporáneo Occidental es que el fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial por las democracias liberales, y particularmente por los EEUU. 

Con los subsiguientes juicios de Nuremberg y la paciente construcción de un orden mundial liberal, se erigió un baluarte, a trompicones y con la constante amenaza de regresión, contra el fascismo y su gemelo malvado en Oriente. 

Las industrias culturales estadounidenses han ensayado este relato hasta la saciedad, convirtiéndolo en un Kool-Aid ideológico empalagoso y canalizándolo en cada hogar, choza y esquina de la calle con un televisor o teléfono inteligente, yuxtaponiendo incansablemente el mal supremo del nazismo con la libertad y la prosperidad de la democracia liberal.

Sin embargo, el registro material sugiere que este relato se basa en realidad en un antagonismo falso y que es necesario un cambio de paradigma para comprender la historia del liberalismo y el fascismo realmente existentes. 
 
Este último, como veremos, lejos de ser erradicado al final de la Segunda Guerra Mundial, fue realmente reutilizado, o más bien redistribuido, para cumplir su función histórica principal: destruir el comunismo ateo y su amenaza para la misión civilizadora capitalista - Leer texto completo