[Sputnik / elcomunista.net] - Nada es como parece en la crisis socio-institucional que zarandea a Guatemala.
Ni tan siquiera está claro quiénes estuvieron realmente detrás del asalto y posterior incendio del Congreso, el máximo órgano legislativo de esta república centroamericana.
Por Francisco Herranz* - Los diarios y los informativos de medio mundo han repetido desde el pasado fin de semana las lamentables imágenes que mostraban cómo llamas aparatosas salían de las ventanas de la sede parlamentaria, situada en el centro de Ciudad de Guatemala, después de una manifestación contraria al Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, quien sólo lleva 10 meses en el poder.
A primera vista, todo apuntaba a la violencia de los manifestantes, pero un examen más minucioso de los hechos y las circunstancias ofrece otra posibilidad completamente distinta.
Responsables - En primer lugar, la seguridad en los alrededores del Parlamento era más bien escasa, aunque era tan evidente que el sábado 21 de noviembre iba a vivirse una nueva ronda de protestas
que la dirección general del Congreso informó el viernes 20 a los diputados y diputadas de que cerraba sus dependencias «como medida de resguardo al Patrimonio Cultural de la Nación y de seguridad para los dignatarios».
Sin embargo, como informó el diario digital guatemalteco soy502.com, «no hubo cordones de seguridad ni bloquearon varias cuadras, como en otras ocasiones».
En su lugar, pocos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) protegían la zona del Congreso cuando arribaron los supuestos manifestantes enmascarados y organizados, y tampoco intervinieron cuando éstos realizaban actos vandálicos, haciendo pintadas en las paredes y provocando el incendio - Leer texto completo