domingo, 8 de noviembre de 2020

ideas - El propósito del pensamiento ecológico marxista es trascender las contradicciones actuales

x Alejandro Pedregal / John Bellamy Foster [lahaine.org] - Entrevista con el intelectual marxista John Bellamy Foster :: "La mayor parte de mi generación en EEUU llegamos al marxismo por oposición al imperialismo"

Profesor de sociología en la Universidad de Oregón y editor de la emblemática revista Monthly Review, hace veinte años Foster revolucionó el ecosocialismo marxista con La ecología de Marx 1/.  

Su libro, junto a Marx and Nature de Paul Burkett, abrió el marxismo a una segunda ola de crítica ecosocialista que enfrentó todo tipo de paradigmas enquistados sobre el propio Marx, para elaborar un método y un programa que impactaron con fuerza en todo el panorama ecologista, como continúan haciéndolo hoy.

El gran desarrollo del ecologismo marxista en años recientes -que ha puesto de manifiesto cómo, a pesar de escribir en el siglo XIX, Marx resulta fundamental para reflexionar sobre la degradación ecológica- es en parte producto de aquel cambio protagonizado por Foster y otros autores vinculados a Monthly Review. 

Su corriente, que vino a denominarse la escuela de la fractura metabólica, por la noción central que Foster rescató del tomo 3 de El Capital, ha desarrollado todo tipo de líneas de investigación ecológico-materialistas en las ciencias sociales y naturales: 

desde el imperialismo o el estudio de la explotación de los océanos a la segregación social o la epidemiología (sobre este tema, véase Grandes granjas, grandes gripes, de Rob Wallace, de próxima publicación en castellano)

(...) El propósito del pensamiento ecológico marxista, además de comprender nuestras actuales contradicciones sociales y ecológicas, es trascenderlas. Dado que la humanidad se enfrenta a mayores peligros que nunca antes, dentro de un tren desbocado que se dirige al acantilado, esta debe ser nuestra principal preocupación. 

Hacer frente a la emergencia planetaria significa que debemos ser más revolucionarios que nunca, y no tener miedo a plantear la cuestión de alterar la sociedad ("de arriba abajo", como decía Marx), partiendo de donde estamos - Leer texto completo