[reuters / elcomunista.net] - La inseguridad energética entre los estadounidenses pobres y de clase media ya se había profundizado debido a la crisis económica que creó la pandemia, según los expertos.
Incluso antes de la pandemia, los hogares de bajos ingresos en Texas gastaban el 10% de sus ingresos en energía, en comparación con el 2% para los más acomodados.
Los tejanos más pobres, agobiados por la energía, se han visto obligados a comprar menos comida para mantener las luces encendidas un mes, o posponer la compra de ropa otro mes para mantener el calor.
En Texas, la semana pasada, 4 millones de personas estuvieron sin electricidad durante días y la mitad vio interrumpidos los servicios de agua.
En todo Estados Unidos, dicen los expertos, los hogares sufrirán a menos que se modifiquen las políticas energéticas, se mejore la infraestructura de la red y se realicen grandes inversiones para reparar los 30 millones de unidades de vivienda que tienen graves peligros físicos o para la salud, más de una quinta parte del total de la nación.
Dana Harmon es la directora ejecutiva del Instituto de Investigación de Pobreza Energética de Texas, que ha estado rastreando facturas de electricidad cada vez más inasequibles en comunidades de bajos ingresos y en vecindarios de color.
La pandemia ha obligado a las personas a dejar el trabajo y a quedarse en casa durante períodos cada vez más prolongados, incluidos los niños que aprenden a distancia. Eso ha aumentado la demanda de consumo energético doméstico - Leer texto completo