(Sputnik / elcomunista.net) - Autonomía, independencia o statu quo mejorado. La rebelión en las Antillas francesas contra las medidas antiCovid decididas por París y las escenas de violencia y caos de las últimas semanas vuelven a encender el debate sobre el futuro político de las islas.
Por Luis Rivas* - Comercios quemados, pillaje generalizado, ciudadanos obligados a pagar para superar las barricadas en las carreteras, toque de queda, disparos de grueso calibre contra las fuerzas del orden…
El movimiento de protesta contra las medidas anticovid del gobierno de Emmanuel Macron y, en especial, la suspensión del empleo para el personal sanitario que se niega a vacunarse, unido a una huelga general,
ha degenerado en una insurrección en Guadalupe y Martinica, que ha obligado a París a enviar más de 2.000 miembros de las unidades de élite especializada en la lucha antiterrorista.
La respuesta policial es justificada por los representantes del Estado como una urgencia absoluta de seguridad para todos los ciudadanos. Además de los ataques armados contra las fuerzas del orden, médicos y otro personal sanitario enviado por París para llenar el hueco dejado por los refractarios han sufrido la violencia de piquetes.
SITUACIÓN SOCIAL CRÍTICA - La respuesta política, sin embargo, tardó en llegar. El ministro francés de Ultramar, Sebastien Lecornu, se decidió por fin a visitar Guadalupe, adelantando una vaga oferta de autonomía para las islas, que ha dejado perplejos tanto a los independentistas locales, como a la mayoría de los franceses de la metrópoli y de los llamados «Dom-Tom», Departamentos y territorios franceses de Ultramar.
Eso sí, Macron ha cedido en lo que negó al resto de franceses: una moratoria hasta el 31 de diciembre en la obligación de vacunarse para los trabajadores sanitarios y los bomberos.
Guadalupe, Martinica y Saint-Martin sufren desde hace décadas una situación social explosiva.
Al desempleo endémico, que afecta a un 60 por ciento de los menores de 25 años y a un 35 por ciento de la población activa general, se unen lacras como la tasa de enfermos de cáncer provocada por los pesticidas, los cortes constantes en la distribución de agua potable y unos precios por encima de los de la Francia continental en muchos productos de primera necesidad - Leer màs