Tras los avances acelerado logrados por las fuerzas de Saná, Washington está buscando "planes alternativos". A su vez, el enemigo israelí está preocupado por los desarrollos de la escena yemenita, especialmente en Marib.
Mientras todos esperan la final de la batalla en Marib, tras los avances acelerado logrados por las fuerzas de Sana hacia la referida ciudad, por su parte, Washington -después de su fracaso diplomático para cesar las batallas a través de su enviado Tim Lenderking- está buscando "planes alternativos".
A su vez, el enemigo israelí está preocupado por los desarrollos de la escena yemenita, y especialmente en Marib.
Lo que da más razón a esta teoría es lo que escribió el subsecretario de Estado de EEUU, David Schenker, en un artículo publicado por el Instituto Estadounidense de Estudios Estratégicos en el Medio Oriente, donde expresó:
"Es probable que los enemigos de Washington ganen esta guerra más temprano que tarde y controlen los recursos energéticos de Yemen".
En su artículo Schenker, pide a la administración de Biden que "busque un plan de trabajo alternativo con los saudita para armar y organizar mejor al gobierno de Hadi y sus aliados locales, u ordenar al ejército estadounidense que intervenga directamente".
Esto refleja que los estadounidenses están convencidos de la derrota inmediata en Marib y más allá, proporciona una demostración adicional del fracaso de las herramientas regionales y yemenitas,