Volvieron las colas para la gasolina subsidiada en Caracas, y con ellas las especulaciones acerca de la posible nueva llegada de barcos iraníes, el funcionamiento o no de las refinerías, el aumento de sanciones y el fin del diésel, la hora cero tantas veces profetizada por la oposición que finalmente no llega.
Los últimos meses del 2020 llevan sobre sus espaldas el acumulado de años de un conflicto complejo, donde parece por momentos que nada se mueve en superficie hasta que emerge una acción inesperada, o casi.
Esta vez quien dio el paso fue Henrique Capriles al anunciar su participación en las elecciones legislativas del 6 de diciembre. Las señales de que podía suceder tenían meses.
Con su anuncio, seguido del de Stalin González, quedó conformado el mapa de derecha, siempre inestable y propenso a giros de último momento.
Por un lado, un eje alineado a la política de la Casa Blanca, con Juan
Guaidó -cada vez más desdibujado a su cabeza-, con la ratificación de no
ir a elecciones y de realizar una “consulta”, que será, se especula, un
mecanismo para afirmar que fue mandatado para mantener la “presidencia
interina” pasado el 2020 - Leer texto completo