[Sputnik / elcomunista.net] - En 1973 Chile vivió uno de los momentos más dolorosos y oscuros de su historia, y el deporte rey, el fútbol, estuvo involucrado. Al son de sus intereses políticos, la dictadura pinochetista usó las eliminatorias al mundial para mostrar al mundo una imagen de paz mientras torturaba y asesinaba.
Por María Luisa Ramos Urzagaste* - Se dice que no debiera mezclarse el deporte con la política, pero lo sucedido el 21 de noviembre de 1973 en Chile fue más allá de la usual política o de normales confrontaciones diplomáticas entre países. Ese año las selecciones de fútbol jugaban las eliminatorias para el mundial de Alemania de 1974.
La Unión Soviética y Chile disputaban el pase al mundial, por lo que el partido de ida se jugó en Moscú el 26 de septiembre de 1973 y el partido de vuelta debía jugarse en Chile, en noviembre del mismo año.
Pero la Federación de fútbol de la URSS se negó a jugar en el estadio El Nacional de Santiago de Chile.
El golpe de Estado - Dos semanas previas a celebrarse el primer partido en Moscú, el 11 de septiembre, el gobierno del presidente electo democráticamente, Salvador Allende, fue derrocado luego de haber sido sometido a un feroz ataque interno y externo.
El Gobierno de Allende era un gobierno no deseado por EEUU, pues al fin y al cabo se trataba de la llegada de los socialistas al poder. No mediante guerrillas, sino mediante las urnas, y contaba con la abierta simpatía de la URSS - Leer texto completo