lunes, 16 de noviembre de 2020

Rusia - Así falló estrepitosamente la última oportunidad de derrocar a los bolcheviques

[RBTH / elcomunista.net] - En el otoño de 1919, las fuerzas antibolcheviques avanzaban triunfantes en territorio enemigo. Estaban a sólo varios cientos de kilómetros del Kremlin, donde residían Lenin y otros líderes rojos.

En el verano de 1919, en el punto álgido de la Guerra Civil, la joven República Soviética Rusa estaba rodeada de enemigos. 

En el noroeste, Petrogrado (como se llamaba entonces a San Petersburgo) estaba amenazada por el general Nikolái Yudenich; en el oeste los bolcheviques luchaban contra las fuerzas polacas, mientras que en el este combatían con las tropas de Aleksandr Kolchak que habían sido reconocido por los blancos (fuerzas contrarrevolucionarias) como el Gobernante Supremo de Rusia. 

En el sur, el Ejército Rojo se batía con las Fuerzas Armadas del Sur de Rusia (FASR) bajo el mando de Antón Denikin, que estaba decidido a acabar con el bolchevismo con un golpe decisivo, a saber, la captura de Moscú.

Denikin firmó la Directiva No 08878 ordenando un “avance contra Moscú” el 3 de julio de 1919, pocos días después de la captura de la ciudad de Tsaritsin (futura Stalingrado), un gran centro industrial y de transporte en el Volga. 

Los éxitos de sus tropas en la primavera, así como los grandes levantamientos de cosacos y campesinos contra el régimen soviético, permitieron crear un trampolín en el sur del país para lanzar una ofensiva en el centro de Rusia. 

“Moscú era, por supuesto, un símbolo”, escribió Denikin en su libro de memorias, La Confusión Rusa. “Todo el mundo soñaba con desfilar por las calles de Moscú, y a todo el mundo se le dio esta esperanza.” - Leer texto completo + fotos