[Sputnik / elcomunista.net] - El 4 de febrero de 1960 el entonces primer vicepresidente del Consejo de Ministros de la URSS, Anastás Mikoyán, visitó Cuba. Su llegada a la isla sirvió para sellar junto con Fidel Castro una relación muy estrecha entre La Habana y Moscú.
Muchos detalles de ese encuentro fueron revelados cuando se publicaron los archivos secretos de la CIA en 2017.
Anastás Mikoyán es el legendario funcionario soviético que durante su vertiginosa carrera acumuló un enorme peso político. De hecho, fue uno de los funcionarios más influyentes de toda la URSS.
Empezó su camino en el sistema político de la nación comunista durante el gobierno de Vladímir Lenin, a finales de la década de 1910, y se jubiló solo durante el gobierno de Leonid Brézhnev, en los años 1970.
Lógicamente el nivel de confianza de los líderes soviéticos en Mikoyán fue inmenso. Justo por esa razón Nikita Jruschov le encargó una tarea de primordial importancia para el Kremlin:
Mikoyán tuvo que estrechar lazos con la joven nación comunista, Cuba, que iba a ser el primer aliado importante de la URSS en las Américas.
En aquella época la Cuba de Fidel Castro se encontraba en una posición difícil porque su vecino del norte evidentemente no estaba contento con un país que dejó de seguir sus órdenes y que se encuentra muy cercano al estado de Florida.
Castro estaba dispuesto a establecer una alianza con la distante URSS por el hecho de compartir la misma ideología - Leer texto completo + fotos