Antolín Huáscar, presidente de la Confederación Nacional Agraria del Perú, brinda un panorama sobre la política en su país, además de denunciar los intentos desestabilizadores de la derecha.
La derecha peruana no quiere cambios de ningún tipo y el gobierno del presidente Pedro Castillo recién comienza un camino de transformaciones que, desde que asumió el Ejecutivo hace más de tres meses, estuvo plagado de “zancadillas”.
De esta forma, Antolín Huáscar, presidente de la Confederación Nacional Agraria (CNA) del Perú, resume la realidad que atraviesa su país.
La CNA nació en 1974, en medio del plan de reforma agraria impulsado por el entonces presidente Juan Velasco Alvarado.
La organización, que forma parte de la CLOC-Vía Campesina, reúne a hombres y mujeres indígenas, campesinas y pequeñas productoras que trabajaban en el campo.
Las principales propuestas de la CNA son el impulso de una agricultura sostenible, la soberanía alimentaria, la preservación y la seguridad de las tierras, y la promoción de derechos humanos de líderes y lideresas defensores de los territorios comunales, con equidad de género e interculturalidad.
En diálogo con La tinta, Huáscar analiza la situación política, económica y social del Perú, atravesada por los intentos de la derecha de frenar las propuestas que llevaron a Castillo a la presidencia.
También habla sobre la denominada Segunda Reforma Agraria, lanzada por el mandatario peruano a principios de octubre.
“En el Perú, existe un golpe del poder económico y, en este momento, el gobierno está recibiendo golpes bajos, zancadillas del mismo poder económico, que no está contento con este tipo de administración –explica.