viernes, 12 de noviembre de 2021

dilema capital - votar bien y robar bien

x  Renàn Vega Cantor (lahaine.org) - El escribidor Mario Vargas Llosa como delincuente financiero y soporte de las derechas latinoamericanas y española

A la memoria de Álvaro Sierra Sierra (1951-2021), revolucionario y luchador de toda la vida, uno de aquellos imprescindibles que exaltaba Bertolt Brecht.

La profunda filosofía del escribidor: Voto bien, robo bien. “Vargas Llosa que acusa a los pueblos de «votar mal» cuando no son los suyos quienes ganan las elecciones tenía su verdadera patria en las Islas Vírgenes, donde escondió buena parte del dinero de sus derechos de autor. 

No en su querida España. No en su amado Perú, un país que intentó presidir. Su verdadera alma, que es el dinero, vivió en un paraíso […] «Quiero a España tanto como a Perú», suele repetir Vargas Llosa. Es un amor un tanto cínico, el patriotismo del defraudador”. (enlace)

--- 1 El capitalismo realmente existente cada vez adquiere un carácter más mafioso, siendo la corrupción una de sus características determinantes. No es que exista un “capitalismo bueno” y un “capitalismo malo”, como pretenden ciertos ideólogos y economistas que sirven al capital. 

El capitalismo bueno sería transparente e impoluto, como expresión de la “sociedad abierta” que pregonaba Karl Popper y que hoy retoman George Soros y su fundación Open Society y cuya noción ha vulgarizado el seudo moralista Mario Vargas Llosa. 

Ese capitalismo bueno se caracterizaría por la armonía que resulta del funcionamiento de la mano invisible del mercado que a todos nos premia o nos castiga por nuestras competencias. Este capitalismo benévolo no sería ni explotador ni depredador. 

El capitalismo malo seria aquel que se caracteriza por la corrupción, la falta de transparencia, los manejos turbios, los acuerdos por debajo de la mesa, se sustenta en la explotación y el robo.

Esta diferencia entre estos dos tipos de capitalismo, que cultivan ciertos social-liberales, no existe, es una ficción. 

Un crítico demoledor de esa falacia fue el sociólogo británico John Urry (1946-2016), que escribió un libro esclarecedor al respecto[1]. Allí se sostiene, con una sólida base empírica, que la tal globalización (cuyo componente central es la deslocalización) constituye una nueva fase de la lucha de clases de los capitalistas del mundo contra el resto de la humanidad - Leer màs