(Sputnik / elcomunista.net) - Occidente al enviar armas y realizar maniobras en el mar Negro, contribuye al aumento de tensiones en Donbás, declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
«Los socios occidentales agudizan la situación con los envíos a Kiev de las modernas armas letales, las maniobras de carácter provocador en el mar de Negro y … en otras regiones, cercanas a nuestras fronteras», advirtió el presidente.
Putin constató que la crisis en Ucrania del Este «está lejos de resolverse» y culpó a Ucrania de la situación que se configuró debido al incumplimiento por Kiev de los acuerdos de Minsk y los acuerdos alcanzados en el formato de Normandía.
El presidente ruso denunció que Alemania y Francia, que junto con Rusia y Ucrania, componen dicho formato, «consienten al rumbo del Gobierno de Kiev hacia la demolición (de los acuerdos de Minsk) algo que, por desgracia, lleva a las negociaciones a un callejón sin salida».
Sin embargo Putin abogó por continuar el trabajo en el formato de Normandía porque, matizó, no hay otros mecanismos que contribuyan a la resolución en Donbás ni alternativa a los acuerdos de Minsk.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, alertó que las armas que Kiev recibe de los países de la OTAN podrían empujar a Ucrania a «pensar en resolver el problema de Donbás por la fuerza ante el estancamiento de los acuerdos de Minsk».
«Es decir dar otro paso hacia una catástrofe», supuso Peskov en declaraciones al Canal 1.
El formato de Normandía para las negociaciones sobre Ucrania existe desde junio de 2014, cuando los líderes de Rusia, Alemania, Francia y Ucrania, al conmemorar el 70 aniversario del desembargo de las tropas aliadas en Normandía, debatieron por primera vez la solución del conflicto en Donbás.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado unos 13.000 muertos, según las estimaciones de la ONU - Ver texto