Ha quedado ampliamente probado que la pérdida de la dieta tradicional mexicana por alimentos industrializados ha provocado una pandemia silenciosa de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes y la hipertensión.
Sin embargo, los mexicanos son guardianes de un conocimiento y diversidad en torno al maíz que tiene la llave para curar este problema: la vuelta a una dieta tradicional en la que el maíz y la milpa son elementos constitutivos.
Contrario a los monocultivos con que se produce arroz o trigo —los otros dos cereales más consumidos en el mundo— el maíz se cría en México dentro de un sistema de policultivo en que pueden contenerse hasta 60 plantas diferentes, los cuales brindan un complemento nutrimental básico para la alimentación cotidiana.
A partir de la llamada "cuarteta mesoamericana" que tiene al frijol, el chile y la calabaza criados junto al maíz (agregando el jitomate y el quelite), la milpa aporta los minerales y las vitaminas necesarias para la alimentación diaria desde tiempos ancestrales - Leer texto + temas relacionados