[Sputnik / elcomunista.net] - Tierra de lagos y volcanes, reza la forma poética más recurrente con que los propios nicaragüenses describen su país, aunque también pudiera ser la patria del maíz por lo enraizado que está el grano a las esencias de la nación centroamericana.
Por Gonzalo Becerra* - Tan es así que pinolero, el gentilicio
popular de su gente, alude al pinol y el pinolillo, bebidas ancestrales
que combinan, tostados y molidos, granos de maíz y cacao.
Los nicas son los hijos del maíz, tal
como canta una de las piezas antológicas de la juglaresca criolla, cuya
letra constituye un glosario de la gastronomía más autóctona de
Nicaragua y expresión de supervivencia de las lenguas de los pueblos
originarios.
«Chicha raizuda, pelo de maíz, atol,
chingue de maíz, nacatamal, atolillo, perrerreque, tamalpizque,
tototospe, marquesote, pinolillo, pinol, putlisten, pundelo, chilote,
elote, pozole, pirila, empanada», se conjugan en una estrofa musical que
le hace la boca agua al ser nacional.
«Somos hijos del maíz y la
revolución», fue una de las consignas más coreadas en los primeros
tiempos del proceso político que dividió en dos la historia de
Nicaragua, el 19 de julio de 1979.