O las propias elecciones ecuatorianas dan cuenta sobre nuevos consensos sociales en Nuestramérica con sentido crítico a la ofensiva liberalizadora del capital más concentrado que actúa en la región.
Existen señales de disputa de los consensos sociales en un momento de recrudecimiento de los problemas sanitarios por el COVID19 y sus impactos económicos.
Estos están agravados por una desaceleración que viene de arrastre y, a los que se suman problemas estructurales que dejan un balance serio de incremento de la pobreza, del desempleo y la pérdida de derechos sociales.
Al mismo tiempo se verifica la fuerte concentración de la riqueza y del ingreso en pocas manos. Se confirma así la tendencia al incremento de la desigualdad, tal como lo confirman los datos difundidos por la CEPAL.
Un rápido análisis de esta situación señala las dificultades políticas que en la región se presentan, con límites a la ofensiva “neoliberal” construida desde comienzos de los años 70 del Siglo XX, objetada por las múltiples resistencias