x Gearòid Ò Loingsigh (lahaine.org) - La decisión de la CPI de cerrar la investigación preliminar contra Colombia (a pesar de que la mantiene contra Venezuela) cayó como un balde agua fría a muchos progres
Existe una larga tradición en Colombia, entre ONG, sectores de la izquierda reformista, sindicalistas y demás, de afirmar que alguien de fuera nos salvará.
Los salvadores son los norteamericanos (no obstante su papel en el conflicto), la Unión Europea (no obstante su papel también y el de sus empresas) e instituciones internacionales como la Corte Penal Internacional, o los mecanismos establecidos por el acuerdo de paz (nacionales pero financiados con fondos internacionales).
Así la decisión de la CPI de cerrar la investigación preliminar contra Colombia cayó como un balde agua fría a muchos. Pero era de esperar.
Cuando Obama fue elegido como presidente de los EEUU varios periodistas y representantes de la centroizquierda y las ONG anunciaron que él iba a resolver los problemas de Colombia, y ahora vuelven y dicen lo mismo de Biden.
Un elemento constante en este discurso de buscar un salvador por fuera del país es la posibilidad de llevar a Uribe (no su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos ni otros presidentes por graves que sean sus crímenes) a la CPI.
Vendieron una falsa esperanza a las víctimas del Estado que allí podrían obtener justicia. Sabían que era poco probable, pues sabían como era la CPI cuyo récord en la materia no es nada alentador.
Hasta el momento, la CPI sólo ha condenado a líderes africanos y yugoeslavos. No es que esos líderes africanos sean unos santos o inocentes, sino la CPI no persigue a otros criminales. Durante muchos años ha dilatado en el caso de Israel y no tiene autoridad para investigar a los EEUU - Leer màs