[Sputnik / elcomunista.net] - La renuncia que el expresidente y ahora exsenador Álvaro Uribe hizo el martes a su escaño en el Senado es, para algunos, una clara muestra de su intento por rehuir a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que lo investiga por manipulación de testigos y fraude procesal, pero plantea a la vez incertidumbre sobre si el caso debe permanecer en ese tribunal o pasar a la Fiscalía General de la Nación.
Por Andrés Pachón* - Desde que la CSJ emitió un fallo el pasado 4 de agosto mediante el cual Uribe debe permanecer en detención domiciliaria ante la posibilidad, expresada por esa Corte, de que obstaculice la investigación, el exmandatario y su defensa sostienen que el caso tiene motivaciones políticas y que todo se trata de una persecución en su contra e, incluso, han asegurado que los magistrados son influenciados por senador de izquierda Iván Cepeda.