[Sputnik] - La palabra masacre es corriente en Colombia. Mientras el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) espera para declarar sobre la masacre de El Aro, el país cuenta 43 masacres en 2020, en el marco de una pandemia de graves características del país.
Los asesinatos masivos y el conflicto armado no son, sin embargo, un fenómeno nuevo.
El 22 de octubre de 1997, el pequeño pueblo de El Aro, en el centro del departamento de Antioquia, oeste de Colombia, se convirtió en el escenario de una de las operaciones paramilitares más dolorosas de la historia del país sudamericano.
Hasta la fecha, vivían en la localidad un número de entre 300 y 500 personas que se dedicaban a la cría de ganado y a labores campesinas. Las fuerzas paramilitares incendiaron 42 de las 60 casas ese día, según la sentencia de la la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Francisco Enrique Villalba Hernández, uno de los paramilitares ejecutores de lo que hoy se conoce como la Masacre de El Aro,
se entregó a la justicia colombiana 1998, y fue uno de los testigos
claves para determinar los hechos acaecidos que, hasta el presente,
continúan siendo en buena parte difusos - Leer texto + temas relacionados