[Sputnik / elcomunista.net] - Grupos violentos intentan desconocer los resultados de las elecciones en Bolivia, a pocas horas de concluir el cómputo oficial de votos. Son una minoría, pero su violencia es conocida y no están dispuestos a permitir el retorno pacífico a la democracia.
Por María Luisa Ramos Urzagaste* - Según el conteo oficial del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), con más del 80% de las actas escrutadas, las cifras muestran una tendencia irreversible: la victoria del MAS es arrasadora, supera el 53%, ante una participación histórica del 87% de los habilitados a votar.
Los resultados del voto popular son tan contundentes que, hasta la propia presidenta transitoria, el ex-presidente Carlos Mesa y otros, reconocen esa victoria.
Pero se podría decir que era hasta sospechoso el silencio del ex-candidato presidencial Luis Fernando Camacho, quien ahora ha salido a la palestra a sembrar dudas, rechazo y violencia.
Camacho, conocido por sus discursos sanguíneos, exacerbados, solo puede actuar ante un escenario de crispación, y sabe que es el momento oportuno para revivir su liderazgo, que no sale de las fronteras de la ciudad de Santa Cruz y en el país no supera el 15%.
Ahora convoca a la desconfianza, para generar un escenario violento propicio a sus intereses, en momentos en que Bolivia ya decidió retornar al camino democrático - Leer texto completo