La negociación de la deuda ocupa el centro de la atención del Ministerio de Economía de la Argentina y es considerada caso testigo en el ámbito mundial.
El país negocia con los Fondos Financieros tenedores de buena parte
de una deuda en títulos por 66.500 millones de dólares.
Al mismo tiempo, el ministro Martín Guzmán anuncia que empezarán las conversaciones con el FMI, con acuerdo o sin acuerdo de los acreedores privados, tendientes a discutir como reestructurar los vencimientos de una deuda por 44.500 millones de dólares desembolsados en el último tramo del gobierno Macri y cuyos vencimientos caerán en 2021.
En la argumentación oficial de la Argentina se insiste en la
“sostenibilidad” del pago de la deuda, por eso dicen plantarse en la
última oferta realizada a los acreedores. Claro que, entre la primera
oferta a la última, el ahorro de fondos cae de un poco más de 40.000
millones a unos 25.000 millones de dólares.
Incluso con la cifra mayor cuesta identificar la sustentabilidad de una deuda que a fines del 2019 totalizaba unos 323.000 millones de dólares y por ende solo se está negociando por ahora algo así como un tercio del total.
Pretendemos enfatizar que la deuda pública de la Argentina es gigantesca y que no hay condiciones para cancelarla - Leer texto completo