MADRID por Daniel Martín (Sputnik) — El rey emérito Juan Carlos I, acosado por los múltiples escándalos en torno a sus presuntas actividades ilegales, anunció su decisión de abandonar España, un movimiento con el que la Casa Real pretende poner tierra de por medio para desligar su imagen de la persona que la encabezó durante casi cuatro décadas.
Juan Carlos I nació en el año 1938 en Roma, en la Italia fascista de Benito Mussolini, lugar al que su familia huyó tras la proclamación de la Segunda República en España en 1931. Tras residir también en Lausana (Suiza) y Estoril (Portugal), finalmente se instaló en España en 1950, bajo la tutela del dictador Francisco Franco, para completar su educación.
Franco le nombró como su sucesor al frente de la Jefatura del Estado en 1969, una posición a la que accedió tras la muerte del dictador en 1975. Pese a ser puesto en el trono por Franco, el monarca se convirtió en uno de los motores del proceso de transición a la democracia.
El recién nombrado rey supo maniobrar para catalizar la orfandad del movimiento fascista tras la muerte de su líder y las ansias de libertad de la oposición de izquierdas para dar a luz a la Constitución de 1978, que con el respaldo de los españoles en las urnas consolidó la democracia —y por supuesto, también la monarquía– tras 40 años de dictadura - Leer texto completo