[Sputnik / elcomunista.net] - El fétido Obamagate ya infectó a México con la exhumación del operativo ilegal de contrabando de armas Rápido y Furioso que, según confesiones de Eric Holder, exprocurador de Obama, contó con la anuencia del expresidente panista Felipe Calderón, quien puede ser llamado a cuentas por sus nexos con el cártel de Sinaloa en la Corte de Nueva York.
Por Alfredo Jalife-Rahme* - Una salpicada inesperada del fétido Obamagate resultó en la implicación de México donde quedó al desnudo la venta secreta (sic) de armas por el Gobierno de Obama a los cárteles mexicanos de las drogas.
La operación secreta Fast and Furious (Rápido y Furioso) fue conducida por el Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (ATF, por sus siglas en inglés) que introdujo ilegalmente 2.000 armas automáticas para los cárteles de las drogas durante el aciago sexenio de Felipe Calderón.