x Biodiversidad América Latina [lahaine.org] - Muchas Bertas y siempre la misma
En la noche del 2 de marzo del año 2016, un grupo de sicarios ingresaron a la casa de Berta Cáceres y la asesinaron. En ese ataque fue herido también el activista ambientalista mexicano Gustavo Castro, quien había ido a Honduras a participar de un seminario sobre “Energías Renovables” convocado por el COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
En medio de la lucha tremenda del pueblo Lenca para impedir la instalación de la represa en el río Gualcarque, Berta y los copines y copinas se daban tiempo para estudiar y pensar alternativas energéticas. Así era Berta, y así es la escuela en la que formó al COPINH.
Sin fronteras entre la acción transformadora y el pensamiento, revolucionando creativamente las prácticas y las teorías. Lejos de los dogmas, su radicalidad no estaba hecha de puras palabras, sino de acciones y gestos rebeldes.
¡Mataron a Berta! Desde la madrugada del 3 de marzo la noticia se desparramó rápidamente por el continente y otras regiones del mundo. ¡Mataron a Berta! E inmediatamente la incredulidad. ¿Mataron a Berta? ¡Cuesta creerlo todavía!
En la noche del 2 de marzo del año 2016, un grupo de sicarios ingresaron a la casa de Berta Cáceres y la asesinaron. En ese ataque fue herido también el activista ambientalista mexicano Gustavo Castro, quien había ido a Honduras a participar de un seminario sobre “Energías Renovables” convocado por el COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
En medio de la lucha tremenda del pueblo Lenca para impedir la instalación de la represa en el río Gualcarque, Berta y los copines y copinas se daban tiempo para estudiar y pensar alternativas energéticas. Así era Berta, y así es la escuela en la que formó al COPINH.
Sin fronteras entre la acción transformadora y el pensamiento, revolucionando creativamente las prácticas y las teorías. Lejos de los dogmas, su radicalidad no estaba hecha de puras palabras, sino de acciones y gestos rebeldes.
¡Mataron a Berta! Desde la madrugada del 3 de marzo la noticia se desparramó rápidamente por el continente y otras regiones del mundo. ¡Mataron a Berta! E inmediatamente la incredulidad. ¿Mataron a Berta? ¡Cuesta creerlo todavía!
El dolor sigue intacto y el tiempo no lo
alivia. Mientras la extrañamos, la nombramos, y la invitamos a cada una
de nuestras luchas, Berta semilla se ha vuelto ejemplo, se ha sembrado, y
se multiplica todos los días, Berta río riega los sueños de las
comunidades y de los territorios donde se defiende la vida,
Berta
compañera anima las resistencias del pueblo hondureño, que apretando los
dientes sigue levantándose frente a un nuevo golpe de estado, que
profundiza y extiende la guerra de conquista - Leer texto completo