(Sputnik / elcomunista.net) - El presidente boliviano Luis Arce proclamó este jueves que los procesos revolucionarios de Latinoamérica, en particular los de Cuba, Venezuela y Bolivia, siguen firmes a pesar de lo que denunció como «desestabilización permanente» alentada por el imperialismo.
«La presencia de un imperialismo mucho más poderoso (que el de siglos pasados) en el continente no ha detenido nuestra lucha ni mucho menos ha apagado nuestra apuesta por la emancipación (…) En este camino estamos los pueblos a pesar de la desestabilizacion permanente que enfrentamos por solo querer ser libres», dijo Arce.
El gobernante boliviano habló sobre pasados y actuales procesos libertarios de América en un discurso de homenaje a los héroes de la Revolución del 16 de julio de 1809 con la cual La Paz se sumó a las luchas continentales contra la colonización española.
Arce afirmó que la estrategia de desestabilización «explica las agresiones abiertas y encubiertas contra la revolución democrática y cultural», que es uno de los nombres con que se conoce el proceso de cambio plurinacional iniciado en Bolivia en 2006 con el Gobierno de Evo Morales.
RETROCESO - El mandatario boliviano denunció, en el caso de su país, que el golpe de 2019 tuvo consecuencias tanto políticas como económicas, con un fugaz intento de reponer una política neoliberal al cabo de casi tres quinquenios de una «exitosa» economía estatista y comunitaria con justicia social.
«La interrupción del orden constitucional mediante un golpe de Estado en noviembre de 2019 nos arrancó todos estos avances con la intención de restituir la república colonial, racista, discriminadora, y devolver a nuestro país a la ruta de las recetas neoliberales que solo dejaron hambre e incertidumbre», dijo.
Sostuvo que, al igual que los revolucionarios de 1809 que denunciaron opresión y discriminación, los bolivianos vivieron en el año dela administración de transición 2019-2020 «desterrados en su propia tierra, en pandemia y sin gobierno».
Arce remarcó que cada vez quedan menos dudas de que lo de 2019 en Bolivia fue un golpe de Estado apoyado desde el extranjero, en especial por los pasados gobiernos de Ecuador y Argentina, y aseguró que «los golpistas ya no tienen argumentos para defenderse» y que la democracia ha sido restaurada.
El retorno del Movimiento Al Socialismo mediante las elecciones de octubre pasado trajo de vuelta estabilidad y certidumbre a la política y la economía de Bolivia, añadió - Ver texto