jueves, 29 de julio de 2021

memoria - los cubanos detuvieron, con sus MiG-23, la agresión del ejército sudafricano contra Angola

(RBTH / elcomunista.net) - La guerra fronteriza de Sudáfrica fue uno de los capítulos menos conocidos de la Guerra Fría, en el que pilotos voluntarios cubanos participaron con gran éxito, logrando generar un giro inesperado al conflicto a los mandos de sus aviones MiG-23.

La Guerra Fronteriza de Sudáfrica, también conocida como la Guerra de Independencia de Namibia, fue una serie de enfrentamientos asimétricos en Namibia, Zambia y Angola entre 1966 y 1990. 

Tuvo lugar entre el Ejército de Sudáfrica (bajo el régimen del apartheid), el Ejército Popular de Liberación de Namibia (PLAN) y la Organización del Pueblo de África del Sudoeste (SWAPO). Durante el conflicto, se libraron algunas de las batallas más grandes vistas en el continente africano desde la Segunda Guerra Mundial.

Después de sufrir una serie de derrotas a manos de un ejército sudafricano mucho mejor entrenado, el liderazgo angoleño contó con la ayuda de la amiga Cuba. Los cubanos habían sido conocidos desde conflictos anteriores de la Guerra Fría como una fiera espada de comunistas en puntos de crisis donde la URSS chocaba con Estados Unidos y sus satélites. 

El líder cubano Fidel Castro prometió ayuda y muy pronto aparecieron los MiG cubano en el cielo angoleño. La tarea de los pilotos era detener la penetración del ejército sudafricano atacando objetivos terrestres y estableciendo el dominio aéreo.

Siguiendo un procedimiento rápido, un escuadrón de pilotos al mando del coronel Armando González fue entregado desde La Habana a Angola por un avión de transporte Il-62M. Si los Mirage sudafricanos (cazadores de origen francés Mirage) pudieron imponerse a los cazas angoleños MiG-21, todo cambió con la llegada de los aviones cubanos. 

El MiG-23 se apoderó de los cielos de Namibia en cuestión de meses. Septiembre de 1988 fue especialmente negro para las fuerzas sudafricanas. Después de varios enfrentamientos sobre Namibia, los cubanos lograron derribar varios aviones sudafricanos Mirage F1A3, tras lo cual la superioridad aérea pasó completamente a sus manos. 

Ni un solo MiG cubano fue derribado en los enfrentamientos, y los pilotos sudafricanos recibieron instrucciones de evitar combates con ellos - Leer màs + fotos