(Sputnik / elcomunista.net) - Cinco años atrás, después de escribir la novela Temporada de Huracanes, la mexicana Fernanda Melchor (Veracruz, 1982), empezó a hacer terapia. Hoy, ya cerca de terminar el proceso que la llevó a buscar ayuda profesional, lo recomienda, pero llegó a su primera sesión arrastrada, quizás, por la desesperación.
«Tuve que», afirma la escritora a Sputnik.
Esa desesperación nació fruto de la escritura de Temporada de Huracanes, donde con un manejo exquisito de la oralidad, una estructura brillante, deudora del mejor García Márquez, y una historia donde conviven la violencia –la más brutal, pero también la más sutil e imperceptible-, la miseria –la material, pero también la espiritual- y la falta absoluta de oportunidades, con la naturalizada presencia del narcotráfico y un Estado ausente, que solo dice presente desde su costado más corrupto, Melchor escribió una de las mejores novelas de los últimos años.
Y aunque Temporada de Huracanes dejó satisfacciones varias – decenas de miles de ejemplares vendidos, unanimidad de la crítica, traducciones y premios por doquier-, tras su escritura Melchor se vio enfrentada a sus zonas más oscuras.
«Después de escribir Temporada de Huracanes me confronté con muchísimas emociones que yo no estaba lista para sentir. Sobre todo emociones referentes a la maternidad. Yo no tengo hijos biológicos. Durante seis años crié a una niña, a mi hijastra, como si fuera mía. Y esa experiencia sacó lo mejor y lo peor de mí. Y fruto de esa experiencia fue Temporada…, y después empezó una suerte de derrumbe interno, por la confrontación de tantas emociones, y entré a terapia.
Fue como abrir la caja de pandora,
escribir Temporada…. Lo hice porque necesitaba escribir de esas cosas y
cuando abrí esa caja de pandora salieron todos los demonios y yo no
sabía qué hacer con ellos. Entonces tuve que entrar en un proceso
terapéutico. Llevo cinco años en un análisis, estoy por terminarlo»,
cuenta la autora.
Tuvo que.