[Sputnik / elcomunista.net] - En una tarde soleada tras varios días de lluvia, «El Mallku» fue despedido en medio altiplano con una «chacana» o cruz andina en vez de la occidental cruz cristiana, y sobre su ataúd había una «wiphala» multicolor en lugar de la bandera tricolor nacional de Bolivia.
Por Carlos Alberto Quiroga* - Y no fue un sacerdote católico sino un anciano aymara quien pronunció las oraciones por el descanso eterno de Felipe Quispe Huanca, «El Mallku» (jefe o líder en lenguas aymara y quechua), fallecido el 19 de enero a los 77 años y enterrado dos días después, en la víspera del Día del Estado Plurinacional.
El desaparecido líder fue sepultado en su pequeña comunidad natal de la región de Achacachi, próxima al lago Titicaca, conocida como cuna de rebeliones indígenas y del movimiento guerrillero y político con el cual Quispe resaltó como precursor del actual «proceso de cambio», que apoyó sin dejar de criticar.
«Se fue rodeado de su gente y sus símbolos, al seno de la Pachamama (madre tierra) y bajo el padre sol, reafirmando su identidad y su demanda luminosa de seguir luchando por un estado indígena verdadero, más auténtico que lo plurinacional», dijo a Sputnik su hijo, Santos Quispe.
El hijo de «El Mallku» dijo que su padre vivió igual que las grandes mayorías indígenas del país, integrándose al sistema -llegó a ser docente universitario de Historia- sin dejar de luchar por un cambio radical de estructuras, defendiendo inclusive la identidad del antiguo Kollasuyo incaico por encima de la de Bolivia y otros países sudamericanos.
»No era un discurso simple y pasajero, sino que este pensamiento está en nosotros, y vamos a seguir adelante, porque Felipe no ha muerto, vive dentro de nosotros», afirmó Quispe hijo - Leer texto completo